09 enero 2012

Un día en la capital de Eslovenia, Liubliana



Hoy voy a hablar, con bastante retraso, del primer viaje que hicimos de Erasmus. Fue a principios de Octubre y lo había organizado la ESN, la cual es una organización de estudiantes extranjeros. Salíamos muy pronto, a las 6 de la mañana, por lo que mi compañera Sabela me convenció para salir un “ratito” de fiesta. La consecuencia fue que llegamos algo más tarde de lo esperado y apenas me dio tiempo de preparar la maleta, la comida para llevar y nada de tiempo a dormir. Como consecuencia el viaje de 4 horas en bus se me paso volando, eso sí, el dolor de cuello perduró.

El centro urbano
Una vez en la capital eslovena, dejamos el equipaje en el hostal y fuimos caminando hacia el centro histórico. Ljulbljana o Liubliana es una pequeña capital con unos 260.000 habitantes, que comparándolo con otras grandes capitales de Europa, es muy poca densidad de población. Hay que tener en cuenta que en todo el país esloveno hay dos millones de almas, lo mismo que únicamente en la capital húngara. El origen de la ciudad se remonta a unos orígenes míticos cuando Jason y los Argonautas regresaban de la Cólquide con el vellocino de oro. Los argonautas no hicieron el mismo camino de vuelta que de ida puesto que se perdieron y remontaron el río Danubio con la intención de llegar al mar Adriático. La antigua ciudad de Liubliana, la cual se llamaba Vrhnik, estaba a orillas de un lago donde vivía un dragón. Los héroes griegos lo derrotaron y continuaron su camino. Es por eso que el dragón es el símbolo de la ciudad, pero también del emperador Francisco José cuando era emperador de la Monarquía dual. Un símbolo significativo de ello y unos de los puntos más emblemáticos de la ciudad es el puente de los dragones.

Puente de los dragones

Dragón del Puente de los Dragones (también llamado el de las suegras)
El origen no mítico se encuentra en la fundación de un campamento romano en el siglo I a.e. Con la caída del Imperio romano con las invasiones bárbaras, llegarían los antepasados de los eslovenos. Más recientemente, Eslovenia formó parte de la antigua Yugoslavia, de la que se independizó en 1991.
En el Puente Triple

El primer lugar donde nos detuvimos fue en la Plaza Preseren , donde se encuentra un monumento del dicho poeta, la Iglesia franciscana de la Anunciación y el Puente Triple, además de edificios modernistas. 
El río de Liubliana

La Iglesia franciscana, el puente y el monumento Preseren
Pasando el puente llegamos a la fuente Robba en la plaza Municipal. De camino al castillo, el cual corona la ciudad, pasamos por la única catedral de la ciudad, la de San Nicolás.

Vista del Castillo y de la fuente Robba desde la plaza Preseren

Detalle de la fuente
Cúpula y torre de la catedral

La subida al castillo es costosa, pero bonita. La empinada cuesta se compensa por un paisaje de bosque y vistas a la ciudad, aunque también existe un funicular. 

Parte final de la subida al castillo

El castillo aparece mencionado por primera vez en el siglo XII, pero a lo largo del tiempo y las guerra fue restaurado en numerosas ocasiones. La última vez en los años sesenta y actualmente se hacen actividades culturales casi exclusivamente.

Torre del castillo
 Desde el castillo se puede ver toda Liubliana. 

Vista de la parte moderna de la ciudad

Cuando bajamos del castillo aún nos quedaba bastante tiempo y disfrutamos de un largo paseo al lado del río viendo más puentes, monumentos y edificios.


En el "Puente de los candados"
Fuimos al hostal en bus, lo cual fue una odisea porque hay que comprar una tarjeta en una máquina y luego recargarla. Nosotros pretendíamos pagar directamente al chófer y no entendíamos que había que hacer. Tras ducharnos y vestirnos para salir fuimos a cenar. Yo había quedado con una conocida que vive allí, pero entre que el bar en el que quedamos estaba cerrado y hubo un problema con los móviles, volvimos al hostal para ir a dormir y prepararnos para nuestro siguiente destino, Bled.


Por último, me despido con un video que hice por Liubliana



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