Llegamos a Maribor ya entrada la noche y lo primero que
hicimos fue instalarnos en el hotel, pero no tuvimos mucho tiempo para
instalarnos, ducharnos y vestirnos porque nos esperaba una cena riquísima en un
restaurante italiano donde comimos hasta reventar.
La cena fue de 10 |
Luego salimos de fiesta.
Nuestros mentores tenían conocidos en Maribor por lo que nos tenían preparada
una fiesta Erasmus en una discoteca y también se unieron los Erasmus locales.
Esa fiesta es el mejor recuerdo que me llevo de Maribor y no nos fuimos hasta
que nos empezaron a echar de la discoteca.
De fiesta en la disco |
Como era de esperar, al día siguiente estábamos destrozados
y aún nos tocaba hacer turismo por Maribor. Por suerte, uno de los mentores de
allí se ofreció a hacernos de guía y, menos mal, porque si no nos lo habríamos
perdido todo fruto de la fiesta del día anterior.
Monumento de la plaza Grajski trg |
Maribor es la segunda ciudad más grande de Eslovenia tras Liubliana, además de que tiene la mayor industria del país y ser una ciudad universitaria importante. También es la capital de la región de la Baja Estiria (Stajerska). Se encuentra bajo la sierra de Pohorne en ambas riberas del río Drava. Maribor es la ciudad de la vid Stara trta, la vid más antigua del mundo que crece en el lugar desde hace más de 400 años. La región ya se encontraba habitada en la Edad de Bronce y en el siglo XII se conoce a la ciudad como Marchpurg (castillo de Marca). La ciudad tuvo un gran desarrollo económico en 1846 tras la construcción de la conexión ferroviaria Viena-Trieste. Fue parte de la Alemania Nazi, pero tambien de la antigua Yugoslavia más tarde hasta 1991. Este año, el 2012, es la Capital Europea de la Cultura junto a Guimarães en Portugal.
Nuestro guía nos lo explico
todo muy bien, pero la verdad es que Maribor tampoco tenía demasiado por ver y
lo vimos todo en dos horas escasas.
Lo más destacable fue la plaza central donde
hay un monumento y el ayuntamiento tiene un balcón desde el cual Hitler dio un
discurso en la II Guerra Mundial.
El famoso balcón |
También fue agradable pasear por el río y
entrar a una vinería que había a la orilla de esta.
Vinería con la vid más antigua del mundo |
Al lado del castillo de
Maribor había una bola enorme recordatorio de las víctimas de la II Guerra
Mundial.
Bola conmemorativa |
Después tuvimos bastante tiempo para hacer lo que quisiéramos y
aprovechamos para comer, probar los helados de allí y pegar un pequeño paseo
por las calles, las cuales estaban muy desiertas, lo cual no sé si se debía al
reducido número de habitantes o a que era domingo.
Calle semidesierta de Maribor |
Cuando el tiempo libre se
acabó, nos juntamos todos de nuevo hicimos un último recorrido por toda la
ciudad montados en un “magdaleno” como llamamos en Santander que disfrutamos
bastante entre risas y agradecíamos que no tuviéramos que andar por el calor.
Mercado de Maribor |
El trenecillo nos apeó justo al lado de nuestro autobús, así que ya sólo nos
quedó montar y despedirnos de Eslovenia llevando en el recuerdo esos tres días.
El río Drava que pasa por Maribor
Dejo dos videos que hice allí
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