21 agosto 2013

Kalemegdam, la gran fortaleza de Belgrado

Llevo mucho sin escribir, algo más de dos meses, pero tras mi graduación y las vacaciones en Malta decidí tomarme unas vacaciones con el blog para disfrutar tranquilamente del verano. La verdad es que cuando menos tienes que hacer y estás libre de estrés, ¡menos haces! Tampoco es que apetezca en verano con el buen tiempo estar mucho en casa ¡Trataré de volver a coger algo de ritmo!

Puerta Zindan, la antigua entrada principal a la fortaleza
En otra entrada ya había hablado de los primeros pasos que dimos por Belgrado, así como de nuestra llegada, y lo dejé cuando íbamos a ir a Kalemegdam. Como hay mucho que contar de este lugar, voy a dedicar la entrada completa a esta fortaleza.




Vista desde lo alto del Kalemegdam  y de la torre Nebojsa,  la puerta Carlo VI y el Danubio
Como ya he dicho, el Kalemegdam (significa "fortaleza del campo de batalla") es una antigua fortaleza turca y actualmente es un parque, el más grande de Belgrado, donde los serbios van a relajarse con bastante asiduidad.

Ruinas de un antiguo palacio e iglesia
Además, los turistas acuden por ser uno de los puntos más turísticos de la ciudad por su importancia histórica, pues como ocurre con este tipo de lugares en promontorios altos junto a ríos en Europa, ya fue habitado en el Neolítico y más tarde los romanos tomaron la ciudad fortaleza que llevaba por nombre "Singidunum".


Desde entonces, la fortaleza fue cambiando de manos constantemente a lo largo de la historia. Sufrió muchos ataques con las invasiones de los godos y los hunos, hasta el punto de que el mito habla de que Atila, rey de los hunos, está enterrado junto a ella.

Pepe, Sabela, Gabriele, Migue y yo haciendo una pose grupal "artística"
En el año 476, se convirtió en un emplazamiento estratégico muy importante al pasar a ser la frontera entre el Imperio Romano de Occidente y el Imperio Bizantino. Aunque el emperador bizantino Justiano I reconstruyó la fortaleza en el siglo VI, se fue deteriorando a lo largo de los siglos por las continuas invasiones.


 En el siglo XII consigue asentarse el primer Imperio Serbio, el cual no dura mucho debido a que en el año 1389 tiene lugar la batalla de Kosovo y pasa a manos del Imperio otomano convirtiéndose en la frontera con el Reino de Hungría.

La gran escalinata
Belgrado solicitó ayuda a Hungría, así que en 1456 tuvo lugar la batalla del sitio de Belgrado cuyo resultado fue la victoria de los serbios gracias a la ayuda enviada desde Hungría en la figura de János Hunyadi, futuro regente de Hungría y padre de Matías I Corvino.

Mapa que reconstruye como fue la fortaleza en la Edad Media.
No obstante, en 1521 volvió a las manos del Imperio otomano. Durante el siglo XVIII, la fortaleza se reconstruyó bajo el dominio de los Austrias y es así como ha llegado hasta nuestros días, salvo algunos daños producidos por las guerras del siglo pasado.

Una de las muchas puertas
En 1739 los austriacos perdieron Belgrado a favor de los turcos y hasta 1867 no le son entregadas las llaves de la fortaleza al príncipe Mihailo Obrenovic. Al ser una zona que todo el mundo quería controlar, los continuos conflictos provocaron que Belgrado fuera destruida unas 40 veces a lo largo de toda su historia.

Punto en el que se juntan el Sada y el Danubio
En la actualidad, es un lugar muy tranquilo con una gran oferta cultural a lo largo de todo el año. He de decir que fue el lugar que más me gustó de la ciudad y volvimos más de una vez.

Sabela, Gabriele, Pepe y Migue subiendo la gran escalinata
En la fortaleza se pueden encontrar un zoo, estatuas, museos, un par de iglesias, tumbas de personajes célebres o monumentos de diversas épocas. También tienen lugar festivales, conciertos y eventos culturales.

La fuente Mehmed Pasha Sokolovic y la puerta Defterdar
La primera vez que fuimos, íbamos con la guía y nos fue explicando todo. Entramos a la fortaleza por la antigua entrada que es por donde se encuentra el zoo. Tras atravesar el puente y las murallas ya nos encontramos de lleno con el parque, concretamente en el punto más alto de la fortaleza desde donde pudimos ver unas bonitas vistas de los dos ríos y las ruina de distintas épocas al bajar la mirada.

Plaza donde se encuentra la Estatua del Vencedor
Continuamos andando y llegamos a uno de los símbolos de Belgrado, la estatua del vencedor, la cual es un hombre sobre una columna de 1928 para conmemorar el décimo aniversario del fin de la Primera Guerra Mundial y la participación de Serbia en ella.


Desde aquí hay unas bonitas vistas privilegiadas de la unión de los dos río y de Novi Beograd, la Belgrado más moderna y financiera. Aunque los días que estuvimos había una molesta neblina y no pudimos disfrutar del panorama al 100%.

Novi Beograd al otro lado del río Sada
Luego continuamos por la zona alta del Kalamegdam, cruzando el parque y por el medio nos encontramos con la tumba de Silahdar Damat Ali Pasha, un gran visir y general otomano.

El Instituto para la protección de los monumentos culturales de Belgrado
A continuación, pasamos por la puerta Sahat, justo la que pasa por debajo de la torre del reloj, para dirigirnos al parque que está tras las murallas y al lado de la ciudad.

Frente a la torre del reloj
Allí hay varias esculturas, pero destacaban el monumento de Gratitud a Francia, en agradecimiento a Francia por su ayuda en la Primera Guerra Mundial, y la fuente del pescador.

Monumento de Gratitud a Francia
En esa misma zona había unos cuantos puestos en los que vendían souvenirs, así como una diversidad de cosas antiguas, como postales antiguas ya usadas.


También había varias varias personas mayores entretenidas jugando a un juego bastante común en la Europa del este, el ajedrez.


Desde ahí, pudimos disfrutar de nuevo de unas vistas privilegiadas, a pesar de la neblina, de la Belgrado más moderna, incluido el puente Ada. Este puente, cuando estuvimos ahí, aún no había sido inaugurado, pero lo hizo dos meses después, en enero de 2012. Es el puente más alto del país, en el que se construirá una línea de metro para conectar la vieja y nueva Belgrado, y es uno de los puentes más altos del mundo con sus 202 metros, concretamente ostenta el puesto número 23.

Puente Ada
En una segunda ocasión que volvimos visitamos el Pavilion, un pequeño edificio de exposiciones temporales donde la entrada es gratuita. En ese momento había unas pinturas satíricas de pequeños artistas serbios. Justo en frente estaba la fuente con la estatua del "Despertar".

El Pavilion y la estatua de el "Despertar"
Dejo un vídeo del Kalegmedam ( de mala calidad, por cierto. No se me da bien grabar...)


Ese día también visitamos el Museo de Historia Militar que está dentro del Kalemegdam, justo después de pasar la torre Sahat que mencioné antes.


Incluso los más despistados pueden intuir donde se encuentra puesto que hay un montón de piezas bélicas al aire libre que puedes toquetear.


Entramos al edificio y decidimos echar un vistazo al museo ya que la entrada al museo no llegaba ni al euro, aunque no recuerdo el precio exacto y si utilice o no carné de estudiante.


En cualquier caso, creo que merece la pena visitarlo ya que la entrada es muy barata y hay miles de piezas de temática bélica desde la prehistoria hasta la actualidad en sus dos plantas.

Una "pequeña" bomba
Realmente es el museo militar más completo que he visto, prácticamente no le faltaba de nada, y me gustó bastante. Además, este museo lleva funcionando desde 1878, con algún que otro parón debido a las guerras.


Ahora un vídeo que grabé en algunas zonas del museo, aunque al final se me ha colado algún vídeo más de la fortaleza.



Por último, en esta página se puede ver un mapa interactivo del Kalemegdam con información muy detallada sobre de todo lo que te puedes encontrar en la fortaleza.








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