18 abril 2013

La transición húngara (1988 - 1990)

En una entrada anterior, esta en concreto, hablar sobre el proceso de la caída del comunismo en Hungría, por lo que esta vez continuaré hablando de lo que vino después, la transición.

Los resultados de la era comunista están aún presentes en algunas características políticas, económicas y sociales de los países post-comunistas de la Europa del Este, pero cada modelo soviético presenta unos patrones nacionales distintos, lo que significa que se han producido diferentes modelos de gobierno, estrategias económicas, dinámicas sociales y distintos escenarios de transición debido a sus tradiciones históricas, exigencias económicas, el comportamiento general de sus líderes, la población o la conducta de la Alianza Soviética hacia éstos. 

La transición húngara fue la más exitosa y tranquila de la Europa del Este, sin contar las otras transiciones en Europa Occidental como España, Portugal y Grecia. En general, es necesario un proceso largo para que una transición política y económica tengan lugar. Lo mismo pasa en el caso de Hungría, pero el período definitivo de transición fue entre 1988 y 1990, cuando la legislación básica para el cambio del sistema político fue aprobada. Estas primera leyes fueron llevadas a cabo por el primer gobierno socialista encabezado por Miklós Nemeth. 

Anteriormente, un proceso de liberación comenzó en 1985, así que los lideres del régimen comunista eligieron abandonar la dictadura totaliotaria, lo  cual hizo que la oposición se volviese más activa, organizada e influyente. La razón por la que decidieron abandonarlo fue porque estos lideres comunistas húngaros vieron como el poder de la Unión Soviética (URSS) empezó a decaer, del mismo modo que su propio poder. La única posibilidad de supervivencia era compartir el poder. Después de 1987, la oposición empezó a trabajar abiertamente haciendo reuniones y publicaciones. La gente, que tenía reciente la revolución de 1956, comenzó a perder su miedo y se unieron a estas reuniones. 

Sin embargo, los grandes cambios que dieron un giro a un camino democrático se produjeron entre 1988 y 1990 al sustituir Károly Grósz a Kádar como secretario general del partido único, produciéndose las primeras elecciones democráticas. La presión social se combinó con los cambios introducidos en la Unión Soviética por Mikhail S. Gorbachov, que aceleraron los cambios en Hungría porque Grósz se ganó la confianza de Gorbachov e iniciaron una política de apertura hacia el Oeste. El descontento por la crisis económica hizo que un grupo de reformistas quitarán a Kádar del poder. Así pues, Grósz, Nyers, quien propuso las reformas económicas de 1968, e Imre Pozsgay se enfocaron en la democratización. No obstante, en 1990, aunque el MSZP impulsó la transición política desde arriba, sólo consiguió el 10% de los votos debido a la crisis económica del partido reformador y que la gente no quería la herencia del régimen comunista. Otras medidas impopulares fueron la introducción de algunos impuestos como el IVA que, junto al bajo nivel de vida, aumentó el descontento. 

Antes de seguir, voy a hacer un pequeño paréntesis para hablar de los diferentes partidos que comenzaron a aparecer desde 1988, lo cual es importante para hacerse una pequeña idea del sistema multipartidista que comenzó a aparecer, pero también para entender un poco la actual situación política. Las fuerzas de la oposición y algunos intelectuales crearon unos partidos que empezaron a tener relevancia. 



Al principio estaba el Partido de los Trabajadores Húngaros (MDP) con una ideología comunista y que tuvo el poder entre 1948 y 1956 bajo el mando de Mátyás Rákosi. Fue el resultado de la fusión del Partido Comunista Húngaro y el Partido Social-demócrata Húngaro. Este partido tuvo todo el poder durante la República Popular de Hungría. Durante la Revolución de 1956, este partido se organizó por los círculos de Imre Nagy como el Partido Socialista Húngaro de los Trabajadores (MSZMP). Más tarde, este partido fue controlado por Janos Kádar, quien estaba subordinado a la Unión Soviética. 



El Foto Democrático Húngaro (MDF) nació en septiembre de 1988. Al principio fue un movimiento legal que tenía el objetivo de convertirse en un partido político, lo cual se consiguió con la presencia de Poszgay y otros pocos comunistas reformistas. Es un partido de centro-derecha con ideología conservadora, cristiana y democrática. En el momento de la transición política, este partido fue el más grande en Hungría y estuvo bajo el liderazgo de József Antall, el Primer Ministro entre 1990 y 1993.



La Alianza de Demócratas Libres (SZDSZ) fue fundado en noviembre de 1988 y su ideología es liberal. Apareció como oposición al Comunismo y fue apoyado por las clase media. Tuvo un buen resultado en las primeras elecciones democráticas, siendo su primer líder János Kis.



La Alianza de los Jóvenes Demócratas (FIDESZ) fue fundado en marzo de 1988 como una alternativa a la Liga de los Jóvenes Comunistas. Tenían un programa que incluía economía, derechos humanos, pluralismo político y valores nacionales. También fueron identificados con una iniciativa liberal radical. Su ideología es conservadora y cristiano-democrática. Al principio, eran un grupo de jóvenes libertarios y anticomunistas pero se convirtieron en una herramienta esencial en la construcción de la democracia. Actualmente este el partido que gobierna con mayoría absoluta con Viktor Orbán.



El Partido Popular Democráta-Cristiano (KDP) apareció en 1944 por hombres de estado católicos, intelectuales y eclesiásticos. Durante el régimen comunista desapareció, pero fue re-fundado en 1989.

El Partido de Pequeños Propietarios Independientes fue fundado en 1908 y re-fundado después de que desapareciera en 1948.

Dentro del propio Partido Comunista nació una fuerza reformista que hizo a Grósz, el presidente del Gobierno y que no formaba parte del ala reformista, presentar su dimisión en noviembre de 1988. En el mismo momento,  Grósz dio el poder a un joven Miklós Németh, quien se convirtió en uno de los ingenieros de la transición. 

1989 fue el año más intenso en la transición húngara. El partido comunista no sólo se tuvo que defender a sí mismo de la presión de los nuevos partidos, sino que también de los reformistas del propio partido, lo que demostró la decadencia del Partido Comunista.  Además, en 1989 hay una gran inflación, alrededor del 25%, lo que creó un sentimiento de inseguridad en el país y el desempleo creció. Entre los pocos meses de indecisión entre el partido dictador y el ascenso de la estructura del nuevo poder se determinó, por la pluralidad de partidos, un grupo pragmático de reformadores seguidores de Grósz y fueron capaces de constituirse como una nueva fuerza política. A finales de junio, el Primer Secretario Grósz tuvo que convertirse en un miembro de un cuarteto junto a Németh, Pozsgay y Nyers.

De este modo, la mesa redonda nacional es fundada en junio que, incluyendo el Partido Comunista y toda la oposición, mantuvieron debates sobre el futuro del país. En este mismo mes, se produce el funeral de Kádar, símbolo del pasado régimen. Las negociaciones fueron entre junio y septiembre entre los comunistas-reformistas y la coalición de la oposición con dos objetivos principales: llegar a un consenso con la pacífica transición institucional de Hungría de un sistema político a otro y dar más poder a los ciudadanos para que se convirtieran en votantes competentes en la era post comunista.  

En esta mesa se decidió hacer elecciones para escoger a los representantes entre todos los partidos después de 42 años de un partido único. Sin embargo, la participación fue muy baja, sólo un 40%.

En el Partido Comunista, la lucha entre reformistas y conservadores siguieron y, en el 23 de octubre de 1989, Hungría dejó de ser una República Popular y se convirtió en una República Parlamentaria con un sistema multipartidista. El Partido Comunista se dividió y un nuevo partido nació de los comunistas reformistas, el Partido Húngaro Socialista (MSZP). A finales del año, había 29 partidos políticos. 

El año 1989 fue también un año de gran actividad legislativa también y muchas leyes nuevas de gran importancia fueron creadas. En total 58 leyes que se traducían en multitud de libertades personales. El Parlamento tomó la decisión de su auto-disolución el 12 de diciembre de 1989 para hacerlo efectivo el 16 de marzo de 1990. Por esa razón, se puede decir que la transición fue pacífica porque fue un proceso lento y legal desde arriba por los políticos reformistas del sistema antiguo y los nuevos partidos de la oposición nacieron en 1988.

Al principio fue una lucha intensa entre el Partido Comunista y los partidos de la oposición, pero después otra lucha comenzó entre los partidos de la oposición (sobre todo entre Foro Democrático Húngaro y la Alianza de los Libres Demócratas), signo del nacimiento del sistema multipartidista. La "Constitución de Octubre" fue publicada en la gaceta oficial, el "Magyar Közlöny", el 23 de octubre de 1989, en memoria de la revolución de 1956. El mismo día, en la plaza Kossuth, detrás del edificio del Parlamento, Mátyás Szurös,   socialista y el Presidente de la Asamblea, proclamó el nacimiento de una nueva república.

En ese momento, Hungría volvió de nuevo al camino original que fue ya marcado por István Széchenyi. Lajos Kossuth y Ferenc Deák en el siglo XIX, los "padres fundadores" del Estado húngaro moderno parlamentario. 

En 1990, la inflación es muy grande, entre el 24% y el 27% y había mucho desempleo. Las ayudas estatales sociales, a la educación, a la cultura, a la sanidad y todas las demás tuvieron que recortarse. En este ambiente, una batalla muy fuerte empezó entre los partidos para ganar las elecciones de marzo. El 25 de marzo de 1990 tuvieron lugar las primeras elecciones libres para el Parlamento, aplicándose la nueva ley electoral de 1989.

El porcentaje de participación fue del 63,15% y la coalición de centro-derecha (en otras palabras, el Foro  Húngaro Democrático, el Partido independiente de los pequeños propietarios y el Partido Popular de los demócratas-cristianos) recibieron el 42,9% de los votos, lo que significaron 230 escaños de los 386, la Alianza de los Demócratas libres tuvieron 94 escaños, el Partido Húngaro Socialista tuvo 33 y la Alianza de los Jóvenes Demócratas sólo 22. El nuevo Gobierno estaba formado por una coalición de partidos de centro-derecha y su líder fue József Antall. Los conceptos básicos que se establecieron en ese momento fueron una democracia conservadora y católica con una ideología liberal-nacional y la realización de una alianza con Europa occidental para una futura entrada en la Comunidad Europea. 


József Antall
Este nuevo Gobierno comenzó su trabajo en mayo para encontrarse con una crítica situación económica, además de un ambiente internacional inestable porque en los países de los alrededores se estaban produciendo también cambios profundos. Todo esto hizo que, por el crecimiento de la crisis, el Gobierno perdiera popularidad y la gente perdiera interés. Esto se puede ver en como en las elecciones locales, la participación descendió hasta el 29,94 en octubre.

Sin ninguna duda, la transición húngara es peculiar porque no fue forzada por la presión popular o por manifestaciones. En vez de eso, el cambio fue dirigido desde arriba por los grupos de intelectuales. Una de las razones de esta peculiaridad tal vez fuera la situación geopolítica, la cual permitió abrir relaciones con otros países. Aunque la transición desde el punto de vista político y social fue un éxito, la verdad es que la transición económica fue muy dura. La crisis económica de mediados de los ochenta fue claramente el gran factor de la caída del comunismo, pero es cierto que tras la transición política, la economía estuvo incluso más cerca del colapso. Aún así, la condiciones económicas al principio de la transición fueron mejores que en otros países ex-comunistas. Esto es porque la sociedad húngara era más homogénea y menos conflictiva, y sobre todo más después de la represión de 1956.

Tras las elecciones libres de 1990, la situación empeoró y la gente gente comenzó a sentirse decepcionada, comenzando a tener cierta nostalgia hacia el viejo sistema de Kádar. Otras peculiaridad fue que la sociedad, como en otros países de Europa del Este, fue incapaz de producir sus propios partidos, por lo que los ciudadanos tuvieron la sensación de que la política no tenía nada que ver con ellos. 

En definitiva, Hungría puede estar orgullosa de lo que consiguió en ese momento. Hungría, como Polonia, no sólo consiguió sacar partido de la pérdida de los controles soviéticos, sino que también se convirtió en un modelo para otros estados "socialistas", incluyendo la Unión Soviética, con su nueva forma de Gobierno. Sin embargo, Hungría todavía tendría muchos problemas domésticos serios y su desarrollo dependería de los cambios en el ámbito internacional. La transición institucional húngara fue completada esencialmente en 1994 con la elección de un segundo Gobierno post-comunista. A pesar de todo, la transformación socioeconómica del país está todavía en proceso en la actualidad, pero se podría decir que desde la transición hay un alto grado de estabilidad política en el país. Las elecciones tienen lugar cada cuatro años y siempre hay un fuerte partido gobernante y una fuerte oposición en equilibrio si quitamos las últimas elecciones en las que FIDESZ obtuvo mayoría absoluta y la oposición se encuentra muy débil. 

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