¡Este domingo estaré en casa otra vez! El domingo pasado vine de Viena y está semana ha sido algo agitada entre trabajos finales y las últimas clases. De momento, sólo me queda una asignatura por saber, pero he sacado todo 5, es decir, todo 10. En el sistema húngaro se puntúa sobre 5.
Esta semana ha sido también algo nostálgica. Ayer tuvimos la última clase de Posguerra en Hungría y la profesora nos llevó a una cafetería del siglo XIX y nos invito a té y a pastelillos típicos de Hungría en las navidades mientras nos ponía la nota. Algunos ya se fueron a sus países de origen y no vuelven en el segundo cuatrimestre, de todas formas, fue curioso ver que esta vez eramos 7 y ninguno eramos del mismo país, cuando en esa clase siempre había mínimo dos personas de un mismo país, lo que fue muy bueno porque a veces alguien sin querer se olvida del inglés y empieza a hablar en su idioma mientras el resto se calla y mira. Aunque eso no suele pasar mucho, y normalmente lo hacemos más los españoles.
Estoy un poquillo estresadilla, tengo que llevar muchas cosas en una maleta de mano, es decir, regalos y ropa. En casa tengo bastante ropa, el problema es que antes de volver en Enero a Budapest, pasaré 6 días en Lisboa con Ángela, pero bueno, he decidido no llevarme ni la cámara reflex ni el portátil ya que ocupan un espacio considerable.
El viaje eso sí, me va a ser un poco paliza. A las dos y media de la mañana del domingo tengo que estar en la estación de tren, coger un tren a las 3 que me lleve al aeropuerto y allí esperar hasta las 6 que es cuando sale el avión. Iré de Budapest a Bérgamo en Italia, allí tendré casi 6 horas libres, así que trataré de hacer algo de turismo por la ciudad, aunque sea un poco. Finalmente, llegare a Santander a las 15:50 :).
¡Mis padres y mi hermana me estarán esperando con jamón serrano y tortilla de patata!