Ya va a hacer un mes desde que me fui de Hungría y volví a
mi vida diaria de España y desde entonces no he actualizado. La verdad es que
la vuelta se me ha hecho bastante más dura de lo que esperaba, ya que echo de
menos la vida en Budapest y a la gente que allí conocí, pero también hay que
añadirle una serie de desgracias personales que me han ocurrido en el poco
tiempo que llevo en España otra vez. No obstante, poco a poco voy recuperando
el ritmo otra vez y tengo que ponerme en serio con una asignatura que tengo que
recuperar en septiembre debido a que no la pude convalidar durante mi Erasmus.
Voy a hablar de mi último día en Budapest, el cual fue algo
ajetreado. Mi intención era levantarme pronto para ver por millonésima y última
vez la Plaza de los Héroes, uno de mis sitios favoritos en la ciudad, pero con
todo el lío de dejar todo listo en el piso, las maletas y que la tarjeta de
crédito se fastidió en el último día no pude ir. No obstante, fui capaz de
verla por última vez desde el taxi que la agencia nos puso. El mes de junio fue
un mes de despedidas continuas y el día 21 nos tocó despedirnos a Laura, a
Julia, a Sabela, a Migue, a Rebollo y a mí que nos íbamos juntos hasta Madrid,
donde nuestros caminos se juntaron y donde se separarían de nuevo.
En el aeropuerto de Budapest tuvimos algunos problemas con
el peso de las maletas ya que eran muy estrictos los de Wizzair L, pero finalmente lo
solucionamos todo. Nuestros amigos húngaro Marci y alemana Judith vinieron al
aeropuerto a despedirse de nosotros. Incluso Marci nos hizo un regalo emotivo. Nos trajo una bandera húngara que
ponía “Thanks for all the crazy year. I love you all!! Viva España!!
Marci.” Dicha bandera se cortó en pedacitos para que todos tuviéramos uno,
aunque Laura tiene el mío, ¡algún día lo cogeré! Las de mi piso le dimos un
osito de peluche que habíamos comprado al principio del Erasmus.
La última foto en el aeropuerto |
Después
cogimos el avión a Madrid, unas tres horitas eternas. Una vez en Barajas
vivimos una auténtica odisea. Nos confundimos de terminal a la hora de recoger
el equipaje y algunos iban justos para coger el bus para ir a casa. Así que nos
pasamos corriendo toda las terminales hasta que dimos con el sitio y nos
colamos por una puerta que no debíamos, unos policías nos cerraron el paso,
pero en cuanto explicamos la situación no tuvimos problemas y pudimos recuperar
nuestros maletones. Debido a todo el tiempo que perdimos las despedidas fueron
algo rápidas. Yo tuve que hacer noche en la terminal 4 que se me hizo eterna y
al día siguiente ya estaba en casa otra vez.
Marci también hizo un video, recolectando muchas de mis
fotos, sobre todo el Erasmus:
Otra cosa que me gustaría decir es que cree este blog con la
finalidad de que mis amigos y familia pudieran seguir mis andanzas por tierras
magiares, pero al final nunca tuve demasiado tiempo para actualizar de forma
constante. Así que he decidido continuar con el blog porque aún me quedan
muchas cosas que contar sobre Hungría y los viajes que hice y porque me
gustaría mantenerlo como un blog personal de ahora en adelante.
Viszlát Magyarország!
0 comentarios:
Publicar un comentario